Es un texto que bucea en aspectos no contadosde la figura del guerrillero argentino-cubano
El lado más íntimo de Ernesto 'Che' Guevara, su infancia, su capacidad para moverse entre un mundo de privilegios y el de los más necesitados y su relación con la muerte que le acechaba todo el tiempo son explorados en un libro que la escritora argentina Lucía Álvarez de Toledo ha publicado en inglés.
'The Story of Che Guevara' (La historia del Che Guevara), que acaba de publicar la editorial Quercus se centra en el Ernesto Guevara hombre y no en el icono cuya imagen adorna camisetas, boinas y las habitaciones de millones de estudiantes en todo el mundo.
"He escrito un libro íntimo, no político", dijo Álvarez de Toledo en una entrevista. La autora, que ha traducido al inglés otros libros del 'Che', ha hablado con familiares y amigos del guerrillero, a muchos de los cuales conoce ella misma de su infancia transcurrida en Argentina.
Al analizar el imán que Ernesto Guevara de la Serna (1928-1967) aún ejerce en el mundo, la escritora cree que su atractivo radica en la fidelidad a sus ideas, a morir por sus creencias.
"Hay mitos. Pero ¿qué tenía este tipo (hombre) y no otro? ¿Dónde están las camisetas de Mao (Zedong), de (Nikita) Jruschov, las de Fidel Castro? Entonces, ¿qué tenía este tipo? Y es que no hay nada más atractivo en el mundo que ser fiel a sí mismo, a morir por lo que uno cree", destacó Álvarez de Toledo.
"Fue un soldado y murió por sus ideas, esa es la parte del 'Che' que es más atractiva, era el hombre menos racista y menos clasista del mundo" y tenía "un gran carisma", agregó.
Muchas de las cosas que ayudaron al 'Che' en su obsesión por extender la revolución en todo el mundo las aprendió de pequeño, pues le resultaba más atractivo ver de cerca la vida de la gente sin recursos y el trabajo de los gauchos en el campo argentino.
"A Ernesto le interesaba más la dinámica de los chicos pobres que tenían que ganarse la vida que la de su propia clase social, que lo tenía todo. Creo que era más interesante para él estar con estos chicos", dijo la escritora y traductora, que vive en el Reino Unido desde finales de los pasados años sesenta.
"Se movía con facilidad entre los dos mundos", según Álvarez de Toledo, quien recordó que el 'Che', de pequeño, robaba mantas de su casa para dárselas a los niños más humildes de las chabolas cuando veía que éstos sólo tenían papel de diario para abrigarse por las noches en la cama, en la que dormían varios pequeños porque no había otra.
"Creo que para él era más interesante estar con esos chicos, era más interesante que (la vida) de un (pequeño) 'príncipe' (por su vida de privilegio) y eso ejerce una gran influencia en él", afirmó.
El 'Che', agregó, tuvo una infancia "muy colorida", es fácil ver cómo "esa infancia le desarrolló cosas que tuvo después en la vida".
"Él siempre iba a los puestos donde vivían los gauchos, donde (éstos) tenían que castrar el ganando, vacunarlo, él siempre estaba con los hijos de los gauchos, le parecía más divertida la vida de los gauchos que la vida de salón (por la buena vida que llevaba su familia)", según Álvarez de Toledo, quien considera que todo esto le sirvió después cuando intentó llevar su revolución por el mundo.
Destacó que "todo eso le rinde en la sierra porque sabe hacer cosas, monta a caballo" y, "como médico, sabe curar heridas. Accidentalmente tuvo la formación ideal para ser un guerrillero".
Otra influencia en el 'Che' fue el asma, "esa enfermedad maldita, que lo ataca y nunca sabía el grado de ahogo (que le producía)", por lo que tenía una relación "extraña" con la muerte porque estaba siempre acechándole, resaltó Álvarez de Toledo.
En su libro, la escritora intenta además desmontar muchos de los mitos que hay sobre la vida del "Che", como la idea que tienen algunas personas de que Fidel Castro le traicionó en Bolivia.
Según Álvarez de Toledo, Castro "le dijo sí a todo lo que el 'Che' quería", pues le suministró todos los elementos -pasaportes falsos, dinero, campos de entrenamiento- para llevar su revolución a Bolivia, donde el guerrillero murió en 1967.
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